JASÓN Y LAS FURIAS

CRÍTICAS

 «Guijosa logra un delicado equilibrio entre lo coral y lo íntimo. El resultado es un montaje lúcido y conmovedor, que recuerda que los mitos siguen vivos porque aún sangran en nuestra propias heridas» .

Jasón, o el montaje memorable que se echaba de menos en el Teatro Romano. 

«Jasón y las furias es uno de los grandes montajes de este certamen y bastantes de los anteriores».

En el recuerdo quedarán escenas tan plásticas y poderosas como el (involuntario) suicidio de Creúsa […] o la horripilante estampa de los niños sacrificados […] o la evocación del primer ayuntamiento entre Medea y el joven Jasón, desdoblando los planos narrativos o la sombría y justiciera presencia de las Furias

«Un espectáculo estupendo, que el público aplaudió muy calurosamente puesto en pie durante varios minutos; la ovación más larga en esta edición del Festival» .

En Jasón y las furias, el elenco no actúa: arde. 

«Antonio C. Guijosa levanta una puesta en escena de intensa arquitectura dramática que trasciende el mito para convertirlo en experiencia viva y contemporánea».

Antonio C. Guijosa la lleva a escena con brillante solvencia, atento tanto a la delicada deriva psicológica como a los estruendos de la acción, al acuciante empuje del deseo como al diapasón tenebroso del crimen y la muerte, al empuje de lo individual y el subrayado de lo coral, con Furias, lóbregas huestes y demás personajes que rodean al espectacular Jasón que encarna –no tengo palabras para resumir su gran actuación– con ímpetu y a la vez delicadeza José Vicente Moirón.