LITURGIA DE UN ASESINATO

España 1968. El Gobernador Civil de Guadalajara aparece colgado del techo en una finca a las afueras de la ciudad. Todo a simple vista indica que ha sido un suicidio. Sus tres hijos habían sido convocados a ese lugar unos días antes por el propio gobernador. En las dependencias de la Comisaría, el inspector Requejo encuentra evidencias de que ha sido un asesinato y los hijos pasan a ser los primeros sospechosos de la muerte de Juan Paterna, que ostentó en vida varios cargos de responsabilidad política que lo habían colocado muy próximo a los círculos de poder franquista.

Requejo sabe que sería más fácil para todos aceptar que ha sido un suicidio o, en todo caso, encontrar un asesino ajeno a la familia. Sus superiores están muy interesados en que el caso se cierre lo más discretamente posible. Algo, también personal, le hace al inspector seguir buceando en esta noche oscura de pecados del pasado, dolor y preguntas incómodas.